A la vista de las últimas facturas de agua que he recibido he decidido investigar un poco la posibilidad de hacer un pozo y al menos regar el jardín y rellenar la piscina con agua de dicho pozo. Como es lógico, he comenzado mis indagaciones preguntando a amigos que ya tienen pozo acerca del proceso tanto de localización del emplazamiento adecuado, como de perforación y canalización, así como de su posterior legalización y costes.
Digamos que de todo el proceso, lo único que me llama poderosamente la atención es que todos coinciden en la importancia de escoger a un buen zahorí y, curiosamente, todos me recomendaron al mismo. Llamémosle figurativamente Paco, que es como se llama en realidad.
Don Francisco, Paco para los amigos, vino ayer a hacer una prospección en mi casa y decirme si había agua en el subsuelo o no, y dónde y a qué profundidad se encontraba. Admito de antemano que no tenía muy claro lo que era un zahorí, pero si que me esperaba algún tipo de artilugio, más o menos sofisticado, para «detectar el agua». A Paco se le había olvidado su «herramienta» así que, ni corto ni perezoso, me pidió un trozo de alambre que retorció hasta darle una forma parecida a una «y» invertida con el palo vertical corto.
Ante mi asombro, empezó a dar vueltas por los exteriores de la casa con el artilugio inmovil y la mirada perdida al frente. Yo esperaba que el notase algún tipo de ligera «vibración» que le indicase la presencia del líquido elemento, pero lo que ví en persona superó todas mis expectativas. Ante mi asombro, el alambre inerte daba unas sacudidas espectaculares al pasar por ciertos sitios, y Paco iba depositando, cual plebeya romana, pétalos de una flor de pacífico que previamente había cogido. De manera que en cuestión de un minuto había trazado, a base de pétalos, un pequeño mapa en el suelo «donde se cruzaban los torrentes subterráneos y sería preferible realizar la excavación. Me indicó además que, de los dos torrentes que se cruzan, uno está a unos 80 metros y el otro a unos 150 metros de profundidad y que es probable que haya cuevas entre ambos.
La Nasa, el MIT, la ONU, la OMS y todo tipo de organizaciones con recursos económicos casi ilimitados no son capaces de solucionar los problemas de agua en el mundo y Paco, el del alambre, no sólo encuentra agua sino que además sabe en que dirección va, a que profundidad está, y donde se «cruzan» los «ríos subterráneos». Según el mismo me dijo, el no puede detectar agua estancada, sólo agua en movimiento. Cuando le pregunté si no existía algún aparato más sofisticado me dijo que «salvo que los Americanos tengan uno, el no conoce otro que no sea la rama (o en este caso el alambre)».
¿Qué os puedo decir? Yo soy de ciencias. A mí esto me pareció más paranormal que normal así que empecé a recapacitar sobre lo que había presenciado e inmediatamente deduje lo siguiente: soy el tipo más afortunado del planeta dado que dos ríos subterráneos han ido a cruzarse justo en el lugar de mi parcela dónde el camión de perforación podría realizar su función en mejores condiciones. No sólo eso, sino que además lo ha hecho en un lugar donde hay corriente trifásica, que viene muy bien para una bomba de extracción y acceso directo al algibe, que también viene bien para llevar el agua extraida a algún sitio…
Como no podía ser de otro modo, realicé una búsqueda sobre zahoríes y sus herramientas y descubrí algunas cosas muy interesantes, que voy a compartir. Para empezar, no existe ciencia alguna tras los trabajos de los zahoríes. De hecho, en youtube hay infinidad de videos que demuestran a base de experimentos que los zahoríes aciertan en sus predicciones una de cada seis veces cuando se les esconde bajo cajas o alfombras lugares donde hay agua y lugares donde no. Pura ley de probablidad.
Pero no sólo descubrí eso, sino que descubrí otras cosas aún más interesantes como que, por ejemplo, no existen los torrentes subterráneos, sino que el agua está estancada, a más o menos profundidad, formando grandes balsas. De ahí que mis amigos recomienden encarecidamente a Paco. Si el agua está estancada formando grandes balsas y Paco le ha hecho un pozo a una persona, sabe que también habrá agua en casa de los que vivimos cerca de esa persona. Es más, sabe a que profundidad está el agua porque ya ha perforado anteriormente. De este modo, cuantos más pozos hace un zahorí, mejores se vuelven sus predicciones.
Curioso caso el de un amigo que me dijo que en su casa acertó incluso con que había cuevas subterráneas y, mira por donde, a mí me predijo lo mismo anoche. Esto si que es para nota! Sin embargo, leyendo un poco, descubro que el agua estancada disuelve ciertos minerales y forma cavidades subterráneas, especialmente en terrenos de roca caliza como en el que vivimos nosotros!
Pero es el último descubrimiento el que más me ha gustado y el que más interés tengo en compartir. Hay una persona llamada James Randi que incluso tiene su propia fundación y canal de youtube que lleva muchísimos años desenmascarando públicamente todas las pseudociencias a base de realizar experimentos públicos con los supuestos pseudocientíficos y demostrando que no hay nada tras sus supuestos poderes. Como no podía ser de otro modo, uno de sus desenmascaramientos ha sido el de los zahoríes.
Dicho todo lo anterior y, en consecuencia, entendiendo que los zahoríes son buenos por su experiencia y no por sus «poderes», que nadie dude que si acabo haciendo el pozo me lo hará Paco, el buen zahorí.
Espero que Paco no lea tu post y te denuncie por difamación, o te eche mal de ojo, o desvie con sus poderes una nube o el cauce de las aguas y te joda…
No creo que Paco sepa lo que es un Post 🙂
Parece de chiste la verdad…. Me he quedado con la intriga. Para salir de dudas deberías cavar para ver si sale agua o para ver si tienes que enterrar a Paco
Estoy contigo, es increíble, me encanta.
Pero si… «encontrar agua», jejeje