Las recientes declaraciones de Angela Merkel sobre la manera en que recibimos en Europa la inmigración ponen el dedo en la llaga de un problema que existe y que desembocará, de no remediarlo antes, en un problema social y racial sin precedentes.
Las recientes declaraciones de Angela Merkel sobre la manera en que recibimos en Europa la inmigración ponen el dedo en la llaga de un problema que existe y que desembocará, de no remediarlo antes, en un problema social y racial sin precedentes.